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Qué es un testamento y por qué deberías tener uno

El morir es parte de la esencia humana, es uno de los tantos fenómenos de la naturaleza que no se entiende por completo. Sin embargo, sí se conoce que hasta este punto en la historia, es inevitable para todo ser humano.

Como la mayoría de las conductas humanas y de la naturaleza, el derecho establece consecuencias para la muerte. Así, para prever esas consecuencias el derecho ha fijado instrumentos como el testamento.

Para entender la importancia de esta figura jurídica analicemos algunos conceptos básicos.

¿Qué es un testamento?

El testamento es un acto personalísimo, revocable y libre, por medio del cual una persona capaz, dispone de sus bienes y derechos, declara o cumple deberes para después de su muerte.1

Así, el testamento es una forma en que las personas pueden expresar su voluntad y generar consecuencias de derecho. Visto desde el punto jurídico, es la última decisión de una persona que surtirá efectos. Puesto que aún y cuando la persona ya no exista, podrá repercutir en otras personas.

Es por esos efectos, que el testamento es tan valioso. Permite a una persona beneficiar o resolver una distribución de sus derechos a su muerte.

¿Qué es una herencia?

Los códigos civiles de las entidades federativas en México establecen las reglas para determinar las consecuencias de los bienes, derechos y obligaciones de una persona que muere.

Así, se determina qué es lo que pasará con el patrimonio del fallecido. Para lo cual, los códigos civiles establecen la figura de la herencia.

La herencia2 es la sucesión en todos los bienes del difunto y en todos sus derechos y obligaciones que no se extinguen por la muerte.

Cuando una persona fallece, acontece la sucesión hereditaria, es decir, el traslado del patrimonio de la persona que murió hacia una o varias personas.

Estas personas reciben el nombre de herederos o legatarios.

¿Qué es un heredero y qué es un legatario?

El heredero es la persona que recibe todas los derechos y obligaciones de la herencia. Por ejemplo, si el fallecido tenía una deuda que pagar, se descontará del patrimonio de la herencia esa deuda. Lo que reste de ese patrimonio pasará a formar parte del patrimonio del heredero.

El legatario recibe únicamente en lo particular que establece el testador. Por ejemplo, la persona que fallece decide legar a su sobrino un automóvil. El testador le impone como carga a su sobrino trasladar en ese vehículo a una diversa sobrina, hasta que ella cumpla la mayoría de edad.

En este caso el legatario sólo responde por esa carga hecha en particular. Incluso si la sucesión tuviera mayores deudas, no afectarían al automóvil que le fue legado. Ello, a menos de que toda la sucesión se hubiera distribuido como legado, entonces todos los legatarios se considerarían herederos.

Por qué es importante elaborar un testamento

Dado que el testamento representa la última voluntad del fallecido, su omisión acarrea como consecuencia la necesidad de resolver como se repartirán los bienes.

Los códigos civiles establecen qué sucede cuando una persona fallece y no dejó un testamento.

La principal consecuencia es que se inicia una sucesión legítima. Una sucesión legítima es la forma de transmitir el patrimonio de una persona que fallece y sucede alguno de los siguientes supuestos:

  • No hay testamento válido.
  • El testador omitió algún bien.
  • El heredero no cumple con alguna condición del testamento.
  • El heredero fallece antes que el testador, repudia la herencia o no puede heredar.

Los códigos civiles fijan qué personas deben heredar cuando no se estableció un testamento.

¿Quiénes tienen derecho a heredar?

Cuando se inicia una sucesión legítima, tienen derecho a heredar los descendientes, cónyuges, ascendientes, parientes colaterales dentro del cuarto grado y la concubina o el concubinario, si se satisfacen en este caso los requisitos señalados por el artículo 1635.

El cuarto grado equivale hasta el grado de primos hermanos, o hasta el grado de tataranietos, por ejemplo. Sin embargo, es importante señalar que los parientes más próximos excluyen a los más lejanos. Así, el orden de preferencia para heredar es el siguiente:

  1. Los descendientes, cónyuges o concubinos.
  2. A falta de descendientes, los ascendientes, cónyuges o concubinos.
  3. Si faltan de los anteriores, los parientes colaterales hasta el cuarto grado, con preferencia de los hermanos, y a falta de éstos, los parientes sucesivamente por grados.
  4. A falta de éstos, la beneficencia pública.3

Cómo se tramita una sucesión legítima

El gran problema con la sucesión legítima es su forma de tramitación y posibles caminos que siga su trámite. Para iniciar una sucesión legítima es necesario promover un juicio intestamentario ante un Juzgado familiar.

Este factor es el que las personas deben tomar en cuenta para prever su eventual fallecimiento, y destino de su patrimonio. El hecho de que las personas que consideren tienen derecho a formar parte de una sucesión y recibir una herencia implica posibles conflictos. De este modo, el no dejar un testamento potencialmente generará conflictos jurídicos entre parientes.

Y no cualquier clase de conflicto, sino uno que podrá llevar varios años en su tramitación. Además, del posible daño en las relaciones familiares entre las personas en conflicto, ante la búsqueda de un derecho sobre el patrimonio del fallecido.

Es por eso que es sumamente recomendable, tomar en consideración las consecuencias jurídicas incluso después de la muerte. Sobre todo cuando se tiene una especial estima de la familia y el futuro que tendrán que afrentar quienes seguirán con vida.

Fuentes de información

[1]. Código Civil Federal, artículo 1295.

[2]. Código Civil Federal, artículo 1281.

[3]. Pérez Contreras, María de Montserrat, Derecho de familia y sucesiones, Nostra Ediciones, Primera edición, México, 2010, p. 214.

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