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¿Qué pasa si dejo de pagar un crédito bancario?

El crédito bancario es una figura jurídica y financiera muy popular por su relativa facilidad de adquisición. Los requisitos para que el banco autorice este tipo de créditos son relativamente bajos, sobre todo cuando se trata de créditos revolventes (como la tarjeta de crédito).

Por esa razón es que es tan común contar con una tarjeta de crédito. Además, los montos que son autorizados para estos créditos suelen ser relativamente bajos cuando los comparamos con los créditos de negocios o hipotecarios.

Dado que generalmente estos créditos son utilizados para adquirir enseres personales o hasta productos de consumo básico, comúnmente son los que primero se dejan de pagar. Esto, para el caso de que exista una situación financiera que impida seguir pagando.

Entonces es importante saber: ¿Qué pasa si dejo de pagarle al banco un crédito? Para responder esa pregunta primero necesitamos ver de qué clase de crédito se trata. Ya que dependiendo del crédito será la consecuencia de la falta de pago.

Tipo de crédito bancario

Hay una enorme diversidad de formas de créditos bancarios, en este texto nos enfocaremos al más común de ellos: el crédito revolvente. Este es el tipo de crédito que los bancos suelen otorgar por medio de plásticos o tarjetas de crédito.

Por ejemplo, el banco BBVA lo define así: “Un crédito revolvente es una cantidad de dinero – una línea de crédito – que un banco pone a disposición de un consumidor/a para efectuar compras.” (Anderson, 2018)

A diferencia de un préstamo a plazos, el crédito revolvente es continuo, una línea de crédito. Es decir, si el banco pone a nuestra disposición un monto de dinero, lo utilizamos y más tarde pagamos ese monto, el monto original volverá a estar disponible. 

Por ejemplo, imaginemos que un banco nos otorga una línea de crédito por $10,000 pesos. Para ello incluso nos entrega una tarjeta de crédito. Realizamos una compra por $5,000 pesos. Sabemos que nos restan $5,000 pesos disponibles en nuestro crédito para gastar. Sin embargo, también sabemos que si eventualmente le pagamos al banco los $5,000 pesos que gastamos volveremos a tener disponibles los $10,000 pesos originales.

Esta es la mecánica básica del crédito revolvente. El hecho de que a medida que gastamos y pagamos al banco, el monto base establecido para la línea de crédito vuelve a estar disponible.

Usemos el ejemplo de la falta de pago en un crédito revolvente (dejar de pagar las deudas adquiridas por utilizar una tarjeta de crédito).

Falta de pago de una tarjeta de crédito

Existen dos consecuencias principales que pueden suceder en caso de dejar de pagar una tarjeta bancaria con adeudo:

  1. Alta en el Buró de Crédito como deudor.
  2. Inicio de procedimientos extrajudiciales y judiciales de cobranza.

Es ampliamente conocido que el Buró de Crédito es una entidad que lleva el registro, control y comunicación de deudores. Está es una entidad de información crediticia, a la que distintas entidades bancarias, financieras, de prestación de servicios, entre otras, acuden a proporcionar y recabar información financiera de los usuarios.

Alta en el Buró de Crédito como deudor

Para el caso de que un usuario caiga en incumplimiento de pagos, las entidades remiten dichos reportes al Buró de Crédito. A su vez, en caso de necesitar un servicio (bancario o casi de cualquier otro tipo) otras entidades consultarán el estado del usuario respecto a sus deudas previas.

Es una forma eficaz que tienen las empresas de conocer si la persona a quien prestarán sus servicios tiene deudas. Desde luego que el incumplir el pago afectará nuestro historial crediticio para futuros servicios.

Así, el dejar de pagar un crédito traería como consecuencia tener dificultades para obtener productos o servicios futuros. Por ejemplo, el trámite de un crédito para adquirir un vehículo automotor, o un servicio de telefonía móvil.

Inicio de procedimientos extrajudiciales y judiciales de cobranza

Probablemente esta es la consecuencia más grave de dejar de pagar una tarjeta de crédito bancaria. Sin embargo, de entrada debemos saber que dependiendo de los montos puede llegar a ser improbable este tipo de procedimientos.

Cobranza extrajudicial

Cuando se habla de un procedimiento de cobro extrajudicial, nos referimos al hecho de que cualquier particular, incluídos los bancos, realicen gestiones para realizar el cobro de una deuda. Es común que los bancos designen personal para comunicarse con los morosos (deudores) y solicitarles el pago de los montos que adeuden.

También existen otras prácticas en las que el banco transfiere su cartera de deudores a despachos especializados en cobranza. Este tipo de despachos se convierten en los nuevos acreedores (personas que tienen el derecho de cobrar) y realizan las comunicaciones que consideran pertinentes para que se pague la deuda.

Lo más grave que puede suceder en este caso es llegar a sufrir una molestia constante por parte de este tipo de organizaciones. Llamadas constantes, mensajes de cobro, cartas, y hasta visitas inesperadas por los cobradores.

Cuando las circunstancias son las adecuadas, este tipo de despachos (o incluso el propio Banco) está facultado para iniciar la cobranza judicial. Es decir, acudir a los tribunales competentes a iniciar un juicio mercantil en contra del deudor.

Cobranza judicial

Este es la consecuencia más grave de dejar de pagar un crédito de los señalados. Cuando esta se lleva a cabo el acreedor (persona a quien se le debe dinero) acude ante los tribunales competentes para reclamar el pago de lo que se le debe.

Dependiendo del procedimiento entablado por el acreedor, se sufrirán algunas consecuencias u otras. El más común es el Juicio Ejecutivo Mercantil, en este tipo de adeudos el banco u organización que realiza el cobro tiene una gran ventaja: el embargo.

En este tipo de procesos judiciales, el acreedor empezará el reclamo de su adeudo, acudiendo al domicilio del deudor y solicitando el pago. Todo ello acompañado de un funcionario judicial llamado actuario o notificador. En caso de no realizar el pago ahí mismo, el acreedor podrá señalar bienes para embargar.

Desde ese momento los bienes señalados como embargados no estarán a disposición del deudor. Si bien podrán estar todavía en su poder, ya no podrá venderlos o regalarlos, ya que estarán bajo una protección judicial para garantizar el pago del adeudo.

Es recomendable arreglar este tipo de adeudos antes de llegar a la cobranza judicial, ya que los problemas sólo escalarán a partir de ese momento.

References

Anderson, C. (2018, March 19). Diferencias entre préstamo a plazos y crédito revolvente. BBVA. Retrieved November 14, 2021, from https://www.bbva.com/es/prestamos-plazos-credito-revolvente/

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