Nuevo trabajo y ¿te piden firmar hojas en blanco?
Los constantes cambios sociales y económicos en muchas ocasiones causan estragos en los ingresos de las personas. Los cambios económicos provocados por efecto de la pandemia han hecho que muchas personas hayan perdido sus empleos o se hayan visto obligados a cambiarlo.
En algunos centros de trabajo se cuentan con prácticas cuestionables en el proceso de contratación de personal. Una de esas prácticas dentro del proceso es forzar a los nuevos o potenciales trabajadores a firmar documentos en blanco.
¿Qué consecuencias existen al firmar este tipo de documentos? ¿Qué pretenden los patrones con las hojas firmadas en blanco de los nuevos trabajadores?
La firma y sus consecuencias legales
Para explicar esas consecuencias, es preciso primero abordar el tema la importancia de la firma autógrafa (la que dibujamos con nuestro puño y letra). En las leyes mexicanas (al igual que la mayor parte de los sistemas jurídicos del mundo) la firma es un signo inequívoco de la expresión de la voluntad.
Esto significa que por medio de la impresión de nuestra firma en los documentos, expresamos nuestra conformidad con el contenido del documento. Es decir, estamos de acuerdo en el texto del documento, los derechos, obligaciones o hechos que en él se establecen.
No se tiene que ser un experto en derecho que firmar un documento en blanco puede ser riesgoso, pues quién se quede en poder con ese documento puede alterarlo para establecer obligaciones o derechos hacia una persona.
El mayor riesgo es que quien firma desconoce qué destino o qué fines perseguirá la persona que recaba ese documento. Aún así podemos especular sobre ese destino, veamos:
Establecer hechos que beneficien al patrón
El destino inmediato que un patrón pudiera dar a un documento firmado en blanco por uno de sus trabajadores es para asentar hechos que le beneficien.
Desde luego que, el más obvio de los hechos que benefician al patrón es que un trabajador renuncie. Por lo tanto, el patrón puede utilizar una hoja en blanco con nada más que la firma para fines abiertamente ilegales. Veamos por qué.
Si bien un patrón puede buscar despedir de un trabajador en México, la Ley establece ciertas restricciones para ello. Así, la Ley Federal del Trabajo, para proteger a los trabajadores y la estabilidad en el trabajo, establece indemnizaciones a favor del trabajador en caso de ser despedido injustificadamente.
Ese despido injustificado se da cuando el patrón no tiene razones objetivas (y contempladas en la ley) para cesar a un trabajador. En ese tipo de casos, se actualiza, por ejemplo, el pago de una indemnización constitucional de tres meses de salario a favor del trabajador.
Esa indemnización no se debe de pagar por parte del patrón al trabajador, cuando el empleado decide renunciar voluntariamente. Es ahí donde entra la famosa hoja en blanco firmada por el trabajador al inicio de la relación.
Algunos patrones, de mala fe, llenan esa hoja en blanco con un escrito de renuncia del trabajador. De tal modo, en caso de que el trabajador intente demandar, el patrón alegará que en realidad renunció (de manera ilegal y mintiendo al Tribunal).
Esta es una buena razón para nunca firmar documentos en blanco, y sobre todo anticipar que el patrón para el que se va a trabajar actúa de mala fe. En ese caso la recomendación es no prestar servicios de trabajo a este tipo de patrones, pues de antemano se conoce que se conduce con mala fe y malas prácticas.
¿Qué hacer en caso de llevar a juicio al patrón y éste utilice una hoja firmada en blanco?
En caso de que ya se haya firmado una hoja en blanco y el patrón alegue una renuncia firmada (de forma ilegal), es posible defenderse. Sin embargo, dicha defensa no resultará tan sencilla.
Dentro de un juicio laboral, es posible ofrecer una prueba pericial en grafoscopía. Esta prueba consiste en llamar a un perito experto en análisis de escritura y documentos. Así, se podrá ofrecer que la antigüedad de la tinta no corresponde a la que el patrón menciona. Puesto que ese documento probablemente se firmó al inicio de la relación laboral, no coincidirá en la forma en que se comporta la tinta con el paso del tiempo. Claro está que no se podrá determinar firmemente la fecha de la firma, de ahí que puede resultar un poco complicado probar la fecha de la firma. (Y que el trabajador no firmó una carta de renuncia, sino que se le obligó a firmar una hoja en blanco)
Formalizar obligaciones en contra del trabajador que firma
Otra mala práctica que puede realizar el patrón que exige la firma de hojas en blanco en trabajador: formalizar obligaciones en contra del trabajador.
Una práctica que también pueden utilizar los patrones con ese documento, y de nuevo: deforma ilegal, es crear situaciones que perjudiquen al trabajador al fincarles obligaciones inexistentes, como lo son las obligaciones mercantiles.
Así, un patrón puede crear un documento muy recurrente en materia mercantil: un pagaré. Por su naturaleza el pagaré es muy útil para fijar relaciones mercantiles ya que en un pedazo de papel se establecen adeudos a favor de una persona.
Es tan sencillo generar un pagaré que incluso las tiendas que venden artículos de oficina o mercería suelen tener formatos previamente elaborados. Sobre los cuáles simplemente se llenan los datos como: monto del adeudo, fecha de pago, porcentaje mensual de interés, entre otros.
Como es posible imaginar, el patrón de mala fé puede escribir datos que formen un documento de crédito como un pagaré con cargo al trabajador. Potencialmente el patrón puede buscar iniciar un juicio mercantil en contra del trabajador en caso de que éste inicie un juicio laboral, para utilizarlo como forma de negociación.
Recomendación sobre firma de hojas en blanco del trabajador
Desde luego que este tipo de prácticas son ilegales y está de más decirse que el patrón que las realice puede incluso enfrentar cargos penales. Sin embargo, la dificultad estará en acreditar que el patrón está realizando estas prácticas al margen de la ley, y no por el consentimiento del trabajador.
La principal recomendación frente a patrones que obliguen a firmar hojas en blanco: alejarse de este tipo de patrones y relaciones de trabajo, pues se corre un riesgo grande de que se actúe en su contra y de mala fe.