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Distribución de bienes en caso de divorcio

El divorcio es una figura jurídica por el cuál se termina el matrimonio. Este acto jurídico influye en numerosos aspectos de la vida de una persona. Desde el punto de vista legal el principal efecto que tiene es que una persona vuelve a ser soltera. Es decir, se encuentra en posibilidad de contraer matrimonio con una diversa persona, lo cual resulta bastante obvio.

Sin embargo, algunos efectos no son tan claros como otros. En este texto se analizará que efectos tiene el divorcio sobre los bienes de una persona, ya que éstos varían según el caso.

Para empezar, se debe decir que los efectos del divorcio sobre los bienes de las personas depende del régimen matrimonial que hayan elegido los cónyuges. En México (como en muchos países de latinoamérica) los principales regímenes son:

  • Sociedad conyugal.
  • Separación de bienes.

Sin embargo, puede revisar más información en esta otra página.

Distribución de los bienes en caso de régimen de separación de bienes

Para el caso de que los esposos hayan escogido el régimen de separación de bienes al casarse las consecuencias en su patrimonio por el divorcio es mínimo. Esto es por que la separación de bienes implica que los bienes adquiridos por los cónyuges durante el matrimonio le pertenecen a cada uno. 

Entonces, si los esposos adquirieron bienes durante el matrimonio, en caso de divorcio, éstos no se tendrán que dividir. Simplemente el adquiriente continuará siendo el dueño de cada bien.

Cabe hacer mención que, para el caso de que los cónyuges hayan adquirido bienes de forma conjunta, seguirán siendo copropietarios. Por ejemplo, si la pareja decidió comprar un bien inmueble entre ambos, el bien seguirá siendo de los dos (aún y cuando se divorcien).

Al consumarse un divorcio el patrimonio de las personas puede modificarse.

Distribución de los bienes en caso de régimen de sociedad conyugal

Para el caso de que el régimen que tenía el matrimonio fuera de sociedad conyugal, sí existen diferencias. La sociedad conyugal implica que, al momento de contrar nupcias los esposos formaron un  nuevo patrimonio. Distinto al que tenía cada uno antes de casarse.

Por ese motivo, todos los bienes adquiridos durante el matrimonio forman parte de esa sociedad conyugal. Entonces, ambos cónyuges se convierten en propietarios.

Así, para consumarse el divorcio una de las cuestiones que deben determinarse es la liquidación de la sociedad conyugal. De tal forma, el patrimonio de la sociedad conyugal se deberá dividir entre los cónyuges de forma proporcional (50%).

Contrario a lo que popularmente se cree, esta división no implica la fijación de una pensión a favor de uno de los cónyuges. Únicamente representa la división del patrimonio conyugal. Se pudiera hacer una analogía a lo que ocurre con una sociedad anónima cuando los socios deciden terminar la sociedad. Lo que sucede es que los socios se repartirán el capital obtenido por la persona moral.

De igual forma, los cónyuges se harán el reparto de los bienes. Esta división se debe hacer de forma objetiva. 

Ejemplo de división en caso de divorcio (matrimonio con sociedad conyugal)

Por ejemplo, para el caso de que existan bienes inmuebles en el patrimonio de la sociedad conyugal se deberá realizar un avalúo para determinar el valor del bien. En caso de controversia, en un juicio se pueden ofrecer diversos avalúos y el juez los tomará en cuenta para determinar el valor. Una vez que se determine el valor y establezca la división de la propiedad entre los cónyuges se pueden seguir varios caminos.

Esa división de la propiedad no se realiza físicamente, únicamente jurídicamente. Cada uno de los cónyuges se convertirá en el dueño del 50% del bien inmueble. Lo que es posible hacer es: que uno de los cónyuges le venda al otro su mitad, o bien, que el bien se ponga a la venta. Una vez consumada la venta el valor obtenido se dividirá entre los cónyuges.

Si no se divide la propiedad, las ganancias que se obtengan por el uso del inmueble se dividirá a prorratas. Por ejemplo, en caso de que un inmueble no se venda pero se ponga en renta, la renta se dividirá entre ambos excónyuges mientras sigan siendo propietarios. Cabe hacer mención que los gastos también se dividen proporcionalmente.

Excepciones a la división en caso de divorcio y existencia de sociedad conyugal

Cabe mencionar que no todos los bienes se dividirán en caso de divorcio. Así, los bienes que los cónyuges adquirieron antes de casarse no serán divididos. Lo que es lógico pues estos no entraron dentro de la sociedad conyugal.

Además, hay otros bienes que tampoco entrarán al patrimonio de la sociedad conyugal por disposición de los Códigos Civiles en México.

La mayoría de los códigos contempla los que adquieran los cónyuges durante el matrimonio por exclusiva donación, herencia, legado o dones de la fortuna.

Es decir, los bienes que expresamente fueren donados a uno de los cónyuges; las herencias que reciban específicamente, así como los obtenidos por medio de la fortuna. Tal es el ejemplo de los obtenidos por rifas o sorteos.

Conclusiones

Es importante que los cónyuges contemplen los cambios que tendrán en su patrimonio al formalizarse el divorcio.

Sobretodo cuando el régimen patrimonial del matrimonio se estableció como sociedad conyugal. La forma de régimen puede consultarse en el acta de matrimonio.

En esos casos se deberá fijar la forma en que se liquidará el patrimonio de la sociedad conyugal. Una forma sencilla de hacerlo es a través de un convenio judicial, en el cual los cónyuges decidan la forma en que se realizará la repartición de bienes.

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